Con el crecimiento del uso de la Inteligencia Artificial, la necesidad de acceder datos valiosos se ha vuelto imperiosa para muchas organizaciones
marzo 19, 2024
Con el crecimiento del uso de la Inteligencia Artificial, la necesidad de acceder datos valiosos se ha vuelto imperiosa para muchas organizaciones
Miguel Sá Carrilho Consultor senior de preventa en FICO
<p>&nbsp;En muchas ocasiones esos datos incluyen informaci&oacute;n sensible o confidencial y, lo que es peor, se han obtenido sin el consentimiento de los ciudadanos o las empresas afectadas y pueden incluso terminar en lugares no apropiados liderados por organizaciones criminales.</p>    <p>Por todo esto, el mundo entero se encuentra inmerso en el desarrollo de una serie de regulaciones que pretenden evitar, o al menos reducir, el uso de datos personales con fines sospechosos. El a&ntilde;o pasado, sin ir m&aacute;s lejos, Reino Unido, Brasil o Australia anunciaron nuevas normativas sobre recogida de datos; EEUU ha formado un grupo de trabajo para explorar diferentes enfoques a la hora de compartir datos; Hong Kong ha creado una plataforma para compartir datos entre bancos; y el Consejo de la Uni&oacute;n Europea ha adoptado el Reglamento sobre Datos con el que crear un mercado &uacute;nico de flujo libre de datos dentro de la Uni&oacute;n y que impone a la obligaci&oacute;n a cualquier empresa de permitir que los usuarios accedan y reutilicen los datos&nbsp;generados por el uso de cualquier producto o servicio.</p>    <p>Aunque el objetivo clave de estas regulaciones es la protecci&oacute;n de la informaci&oacute;n personal de los ciudadanos, impl&iacute;cito se encuentra el hecho de combatir el fraude y las estafas realizadas a partir del uso indebido de los datos. En este sentido, la regulaci&oacute;n m&aacute;s avanzada es la de Reino Unido, que propone incluso resarcimientos econ&oacute;micos para los clientes afectados.</p>    <p>En nuestras reuniones con entidades financieras en todo el mundo, la regulaci&oacute;n suele ser un tema de conversaci&oacute;n recurrente y se suele hablar de las ventajas que aporta en los objetivos perseguidos a la hora de neutralizar el fraude.</p>    <p>Por ejemplo, cuando se comparte informaci&oacute;n es m&aacute;s f&aacute;cil tomar decisiones precisas que ayuden a prevenir fraude, sobre todo desde cuentas mula. Adem&aacute;s, los clientes ganan en transparencia y pueden conocer con m&aacute;s detalle c&oacute;mo su entidad les protege y decidir as&iacute; si siguen manteniendo sus fondos en el banco habitual o prefieren cambiar a otro con medidas m&aacute;s exhaustivas. Esto har&aacute; trabajar m&aacute;s a las entidades para mantener a sus clientes pero la apuesta por mayor protecci&oacute;n tambi&eacute;n redundar&aacute; en la reducci&oacute;n de p&eacute;rdidas por fraude o estafa.</p>    <p>Y llegados a este punto toca preguntarse: &iquest;hacia d&oacute;nde va la regulaci&oacute;n?</p>    <p>Analizando las perspectivas de diferentes reguladores por todo el mundo, la direcci&oacute;n hacia la que camina la lucha contra el fraude y las estafas es clara. Compartir informaci&oacute;n ser&aacute; clave pero ese instrumento no se circunscribir&aacute; a las entidades financieras: la colaboraci&oacute;n entre industrias ser&aacute; la base para conseguir los objetivos de prevenci&oacute;n de actividades il&iacute;citas. Es lo que observamos en Australia, por ejemplo: igual que un banco puede bloquear una cuenta, una compa&ntilde;&iacute;a de telecomunicaciones podr&iacute;a bloquear llamadas y una plataforma digital podr&iacute;a cerrar una cuenta personal o una web, en caso de que se observara fraude potencial a la hora de cruzar datos compartidos.</p>    <p>Por tanto, para estar preparados ante la nueva oleada regulatoria, desde FICO proponemos cuatro aspectos que creemos b&aacute;sicos:</p>    <ol>   <li>Utilizar herramientas flexibles de control del fraude&nbsp;que sean capaces de recibir datos desde diferentes fuentes, sobre todo desde organizaciones no financieras que tal vez compartan la informaci&oacute;n de forma diferente a lo que est&aacute;n acostumbradas las entidades financieras. Cada vez con m&aacute;s frecuencia veremos c&oacute;mo se comparten datos desde compa&ntilde;&iacute;as de telecomunicaciones, plataformas online de compras o, incluso, aplicaciones de juegos y apuestas.</li>   <li>Mejorar los controles de fraude desde la solicitud. Los cambios regulatorios suponen una oportunidad para mejorar los controles de fraude y demostrar a los CEO el ROI de cada solicitud fraudulenta detectada correctamente. La transparencia exigida en los informes de resultados implica que cualquier intento de fraude sea visible para competidores, clientes y reguladores&hellip; pero tambi&eacute;n para los criminales, que podr&aacute;n comprobar cu&aacute;les son los puntos d&eacute;biles de cada organizaci&oacute;n para atacar de forma efectiva por lo que evitar caer v&iacute;ctimas de un ataque es, ahora m&aacute;s que nunca, cr&iacute;tico para la organizaci&oacute;n.</li>   <li>Desarrollar modelos centrados en la lucha contra el fraude. Los modelos transaccionales han demostrado su eficiencia a la hora de combatir el robo de cuentas o el fraude cometido cuando no es necesaria la tarjeta, entre otros. Sin embargo, fallan a la hora de detectar estafas o comportamientos sospechosos debido a que se trata de transacciones realizadas por un cliente desde un dispositivo de confianza y desde un lugar leg&iacute;timo. Por eso, es preciso utilizar herramientas de detecci&oacute;n de fraude que complementen a las que se utilizan para los fraudes est&aacute;ndar.</li>   <li>Personalizar la comunicaci&oacute;n con los clientes.&nbsp;Muchas entidades env&iacute;an un SMS para confirmar las operaciones, pero hay que ir m&aacute;s all&aacute;: cada cliente tiene unas preferencias y solo as&iacute; puede confiar en que la comunicaci&oacute;n con su entidad es efectiva, sobre todo ahora que se reciben tantos mensajes fraudulentos con apariencia leg&iacute;tima: algunos prefieren una llamada, otros un WhatsApp, otros un mensaje en la aplicaci&oacute;n&hellip; Los sistemas de comunicaci&oacute;n del banco tambi&eacute;n deben aprender de los comportamientos de cada usuario para elegir los canales de comunicaci&oacute;n con una tasa de respuesta m&aacute;s eficaz.</li>  </ol>    <p>En definitiva, quedarse parados y esperar que el fraude no nos pille o pase desapercibido no es una opci&oacute;n. Identificar los beneficios para la entidad a la hora de adoptar estos consejos puede mejorar no solo la estrategia de prevenci&oacute;n de fraude, sino tambi&eacute;n, y sobre todo, el cumplimiento con la regulaci&oacute;n, la imagen de la organizaci&oacute;n y la cuenta de resultados.</p>  

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